martes, 24 de julio de 2012

Carta a mi hijo fallecido

Hoy en este amanecer lluvioso, viene a mi mente tu recuerdo, horas, minutos, días, meses y años compartidos, son tantos y tantos recuerdos que mi corazón y mi alma lloran por tu ausencia… me parece que fue hoy que compartíamos, pero Dios quiso que compartieras ya con él, a través de estos años de ausencia he comprendido que tu si vives…. y seguirás viviendo en mis entrañas por toda una eternidad hasta que podamos reunirnos y gozar de las delicias de nuestro Dios creador, estando en el verdadero paraíso, solo te pido y sé que así será.

Vela por todos nosotros, en especial por vuestra adorada hija que no alcanzaste a conocer por tu apresurada ida, pero que yo trato de cumplir con ella por ti, solo le pido a Dios, me dé la suficiente salud y vida para cuando la deje se sepa defender saliendo adelante en todo lo que la vida le ofrece con responsabilidad y honestidad. Dios y tu estas con nosotros especialmente en mi alma y corazón, hasta pronto mi niño, te ama y recuerda siempre tu madre, que quiso siempre lo mejor para ti, si algún error cometí contigo me perdonas.